Banda Sonora.

domingo, 8 de mayo de 2011

ENTREVISTA CON UNA ESPECIALISTA

Por último para terminar este trabajo, hemos querido contactar con una especialista en la materia, para que nos ayude y nos aporte información interesante. Queremos darle nuestro más sincero agradecimiento por su colaboración.

ESTEREOTIPOS EN LA ADOLESCENCIA.

Antes de profundizar en el tema debemos dejar bien en claro qué es un estereotipo, para eso este pequeño párrafo lo resume claramente: “Un estereotipo es una imagen convencional o una idea preconcebida. Se trata de una concepción popular sobre un grupo de personas y constituye una forma de categorizar conjuntos de individuos o grupos de gente de acuerdo con sus apariencias, comportamientos y costumbres”.
Los estereotipos entonces son una forma de destacar cierto tipo de personas de acuerdo a su apariencia y estilo de vida, los cuales se ven muy potenciados por los medios masivos de comunicación, siendo ejemplos claros la TV Internet por medios de los cuales el mercado define qué es y qué no es un adolescente, un joven, para nuestra cultura. El mensaje publicitario dirigido a los jóvenes recurre al estereotipo, para representar un mundo feliz e ideal y lleno de éxito donde milagrosamente la pobreza, la fealdad, la enfermedad, la lucha de clases o los problemas sociales no tienen lugar.

EL COITO.

La primera experiencia coital puede constituir un episodio de dicha, goce, intimidad y satisfacción o, por el contrario, originar inquietud, desengaño y culpa. Es un error deducir que los chicos y chicas que tienen su primera relación coital a edad más temprana son por ello mismo promiscuos, ya que muchos adolescentes jóvenes se limitan a realizar la experiencia con una misma compañera en cada ocasión. También debe tenerse en cuenta que no pocos adolescentes que ya no son vírgenes realizan el acto sexual con escasa frecuencia. Los adolescentes que mantienen una relación amorosa que permanece desde hace tiempo, suelen realizar el coito con bastante regularidad.
En los últimos años se ha puesto de manifiesto que entre los adolescentes con experiencia sexual está emergiendo un contingente que se muestra desengañado, insatisfecho o turbado en lo que atañe a su vida sexual. En ocasiones se trata de muchachos o muchachas que esperaban tanto de esa primera experiencia que luego se sienten poco menos que frustados o estafados si la situación no resulta conmocionante. Otros padecen trastornos sexuales que les han impedido gozar del contacto íntimo. Un tercer contingente está constituido por adolescentes que en un principio gozan con la experiencia sexual, pero que pierden interés por ella cuando se dan cuenta de que la relación con el compañero o compañera tiene tan sólo una motivación sexual, o cuando se rompe el vínculo y una parte se siente utilizada o manipulada. Por último están los que, siendo sexualmente activos, hallan escaso o nulo el placer en las relaciones íntimas.

LA MASTURBACIÓN.

Según expertos hay una diferencia en cuanto a la incidencia de la masturbación en los varones y en las mujeres. No obstante, la tendencia actual indica un aumento de la masturbación en las muchachas adolescentes.
La masturbación cumple en los adolescentes varias funciones de importancia, como son el alivio de la tensión sexual, la mejora de la autoconfianza en el desempeño sexual, el dominio de los impulsos sexuales, la mitigación de la soledad y una válvula de escape de la tensión y el estrés generales.

REACCIONES PATERNAS.

Muchos adultos dan la impresión de sentirse amenazados por las pautas del adolescente en esta materia y tratan de regularlas de manera ilógica, como lo demuestra el hecho de que se pretenda a veces suprimir la educación sexual en las escuelas ("les llenaría la cabeza de malas ideas"), restringir la información sobre métodos anticonceptivos ("que sigan teniendo miedo a quedar embarazadas"), censurar libros y películas o, sencillamente, fingir que la sexualidad del adolescente no existe en absoluto. Por fortuna, no todos los padres adoptan una visión tan negativa de la sexualidad juvenil y en algunos casos asumen posturas más liberales. A muchos padres les preocupa que sus hijos adolescentes se vean atrapados en un embarazo involuntario, conscientes de que, aun cuando él o ella dispongan de medios anticonceptivos, quizá no los sepan utilizar eficazmente en el momento preciso. Los padres también se inquietan, y no sin motivo, de que sus hijos adolescentes puedan contraer una enfermedad de transmisión sexual.

INDEPENDENCIA.

A medida que el adolescente pugna por consolidar un sentido de identidad e independencia personal con respecto a sus padres y a otras figuras autoritarias, adquieren gran importancia las relaciones recíprocas con los compañeros y compañeras de la misma o parecida edad. Las presiones del grupo de edad a que pertenece el adolescente varían según las colectividades sociales.
En su ansia por liberarse de la supervisión de los padres y de los adultos, algunos adolescentes ven en el sexo un medio de demostrar su aptitud para tomar decisiones propias. Han cambiado antes las actitudes que la conducta, puesto que hoy está muy extendida la idea de igualdad entre ambos sexos No obstante, perdura en ciertos aspectos el criterio de la superioridad del varón. Aún se espera que sea éste el que tome la iniciativa sexual, y si es la mujer la que lo hace, lo más probable es que se la tache de "atrevida" o "calentorra". 

FANTASÍAS SEXUALES.

Los sueños y las fantasías sexuales se toman muchas veces como elemento auxiliar de la masturbación. Parece ser que la fantasía, en el marco de la adolescencia, cumple varios cometidos: realza por lo general el placer de la actividad sexual; puede sustituir a una experiencia real (pero inasequible); origina excitación o provoca el orgasmo; constituye una especie de plataforma de ensayo mental de cara a ulteriores situaciones sexuales (aumentando la tranquilidad y anticipándose a posibles problemas, igual que ocurre con el ensayo de cualquier otra actividad) y, en fin, supone un medio de experimentación sexual sin riesgos, controlable y nada conmocionante.

EL PERÍODO DE LA ADOLESCENCIA.

Comprende de los 12 a los 19 años, es una época de rápidos cambios. El desarrollo físico es sólo una parte de este proceso, porque los adolescentes afrontan una amplia gama de requerimientos psicosociales: independización de los padres, consolidación de las cualidades necesarias para relacionarse con los compañeros de la misma edad, incorporación de una serie de principios éticos aplicables a la realidad práctica, fomento de las capacidades intelectuales y adquisición de una responsabilidad social e individual básica. Pero a la vez que el adolescente se encara con tan compleja sucesión de dificultades concernientes a su evolución conjunta como ser humano, debe dirimir su sexualidad aprendiendo el modo de adaptarse a los cambiantes sentimientos sexuales, escogiendo cómo participar en las diversas clases de actividad sexual, descubriendo la manera de identificar el amor y asimilando los necesarios conocimientos para impedir que se produzca un embarazo no deseado. No es extraño que en ocasiones el adolescente sea víctima de conflictos, sufrimiento y desconcierto.

jueves, 24 de febrero de 2011

Fusiones entre "Eros y Sexus".

Se realiza al final del período de adolescencia; 18 a 20 años en la mujer; 20 a 25 años en el hombre. Desde ahora el hombre experimentará el acto sexual como un símbolo de expresión psíquica y la mujer deseará el encuentro con un hombre, lo que se manifiesta en los niveles consciente e inconsciente en ella. De forma inconsciente es atraída por la personalidad del hombre, su aspecto exterior, su porte, su capacidad profesional y su éxito social. Por otro lado el hombre despierta conscientemente en la mujer el sexus con la ternura, caricias y abrazos.
Como el hombre madura más tarde que la mujer, ésta para no correr riesgos de desilusiones debiera,
 




domingo, 16 de enero de 2011

Eros (concepto)

H. Remplein, en su tratado de la psicología cognitiva y en lo referente a la sexualidad juvenil, hace diferencias en los conceptos de EROS y SEXUS; explicando al primero comouna forma psíquica de amor, un deseo de cariño, de confianza y de comprensión, desprovisto del goce corporal (erotismo) y al segundo haciendo mención de su componenteafectivo, que se funda en excitaciones de los sentidos y cuyo componente impul-sivo sedirige al placer corporal (sexualidad).
 



Influencias en la actividad educativa

El niño nace con inmadurez y con ayuda de los padres madura.Sin embargo, hay padres que, por falta de información o por cuestión de carácter actúan de forma equivoca con su hijo. Unas veces pretenderán evitarles todas las frustraciones; tal es el caso de los padres sobreprotectores, quienes, a fin de evitar cualquier daño al niño, le previenen insistentemente frente a cualquier peligro: agobiándole y negándole posibilidad alguna de investigación personal; o bien le esconden cosas reales que el niño debe saber( como puede ser la muerte de algún ser querido) para que no sufra, hurtándole así la posibilidad de que elabore un duelo normal, que contribuiría, sin duda alguna a su maduración. Otro caso es el de los padres rígidos, que actúan según lo prescrito por sus propias convicciones o por los consejos de un manual
No cabe pensar en una educación perfecta ni en que esta sea capaz de formar al hombre o a la mujer ideal, pero, según las metas educativas que se propongan, se contribuirá en gran parte a formar la personalidad del futuro adulto y a configurar las expectativas de que dispondrá ante el mundo que lo rodea.

Existen dos métodos de educación:
Método autoritario: Las personas autoritarias intentan conseguir sus objetivos imponiendo sus criterios mediante presiones y tratando a sus hijos como seres sin discernimiento; de este modo les frustran, en todo momento cualquier intento de resolución personal de sus propios problemas. 
Método antiautoritario: este método, al contrario que el primero, procura evitar todo tipo de presión. Deja al niño con entera libertad para que sea el quien decida sus cosas con un temprano espíritu critico, con lo cual la adaptación, la tolerancia y la ambición se consideran negativas y se intentan reprimirlas.
 Método democrático: Este tipo de educación pretende encontrar el termino medio entre los 2 anteriormente citados. El niño recibe la libertad y autodeterminación que necesita en las distintas fases de su desarrollo y, por otra parte, no se le niega la necesaria seguridad proveniente del apoyo, aunque ello pueda implicar, a veces ciertas limitaciones.
Queda claro, en resumen, que el papel de los padres es de suma importancia para todo el desarrollo de los niños.




miércoles, 5 de enero de 2011

Formas de vivir la adolescencia

El periodo en cuestión representa una evolución global de la persona que puede ser vivida de manera totalmente distinta de un individuo a otro.
Al hablar de la adolescencia no hay que olvidar todo el bagaje de la etapa anterior, clave en la configuración del Yo del niño, pues marca una pauta importantísima en la forma en que el chico o la chica abordara su adolescencia. Otro aspecto que influirá también en este proceso se refiere al marco socio-cultural en que los jóvenes se ven inmersos. Una sociedad adulta que se tambalea, con una crisis permanente de valores y que, en general, se caracteriza por su medio e inseguridad, no ofrece al joven el marco sociológico idóneo para su desarrollo.

El adolescente incomprendido por su familia evidencia un rechazo hacia ella y se recoge en su mundo interno (introversión); por ello trata de alejarse del medio paterno, al que toma como elemento opresor y que en lugar de ayudarle, le confunde en su ambivalencia lucha entre dos sentimientos; dependencia e independencia.


Cambios psiquicos

Dentro de los cambios psíquicos que surgen durante la adolescencia el individuo se ve amenazado por una serie de tensiones debida a la reaparición de sus deseos instintivos reprimidos, que van a producirle una gran angustia. La superación de esta obligara al adolescente a poner en juego sus más firmes defensas, que estarán en parte condicionadas por la seguridad o madurez acumulada durante la etapa anterior: la de la infancia.
Frecuentemente se ven padres que se quejan del gran egoísmo de sus hijos y de la frialdad de sus relaciones afectivas para con la familia. Sin embargo, los adolescente son también capaces de los mayores sacrificios o de establecer unas relaciones se amistad o de amor muy apasionadas. Estas oscilaciones y cambios de humor y de carácter se han justificado, desde una perspectiva psicológica, a partir de dos puntos de vista contrapuestos. Uno de ellos se basaría en los cambios fisiológicos que se producen a partir de la pubertad y el otro establecería una total independencia entre los procesos físicos y psíquico, e interpretaría estos últimos como la señal de que el individuo ha llegado a su madurez anímica.

La Pubertad.

La inseguridad que poseen los jóvenes en esta edad del desarrollo, de las vivencias, de los valores, hacen que se deje atraer por deslumbramientos y engaños que pueden provocar en él ,el desmoronamiento de su mundo subjetivo y de la fe puesta en otra persona, así como en todo lo bueno del mundo, peligro que aumenta mientras más inmaduro es el joven. Esta problemática se da porque el joven admira a los adultos de su propio sexo o del otro; a profesores, artistas, campeones, etc., sintiéndose atraído por los aspectos de su personalidad que él venera y que termina convirtiendo en una admiración romántica que en las jóvenes es de mayor relevancia. Esta admiración es individual y personal: los jóvenes se entusiasman sólo por una persona, no confiándolo a nadie, excepto a sus amigos íntimos o su diario. Se trata de un amor espiritual, libre de deseo sexual y no es otra cosa que la insegura búsqueda del eros hacia otra persona; hacia un tú, búsqueda que se limita a cualidades exteriores de la persona admirada y que es un tanto pasajera. Esto se produce dada la necesidad del joven por salir de su aislamiento, que le resulta doloroso y que lo hace unirse a otra persona que piense igual a él y con quién pueda compartir sus penas y alegrías, de esto se desprende la necesidad de amigos del joven que le brindan compañía y lo motivan a buscar entre ellos a aquella persona que llene el vacío de su soledad.

Presión que ejerce la sociedad sobre la juventud.

No son necesarios muchos años de estudio en psicología para situar la sexualidad en el primer plano de las preocupaciones y de las transformaciones psicológicas de la juventud. Hoy, las personas logran antes la madurez sexual, crecen más rápido.Hay que considerar la variabilidad de las presiones sociales que se ejercen sobre los jóvenes a propósito de la sexualidad: la sociedad global, a través de los diversos medios de comunicación, sería más bien estimulante; los pares, por su parte, ejercen una influencia considerable, presión que puede ser muy fuerte,considerando la preocupación que tiene el joven por ser "normal".